Si te digo, te tengo que matar. El mundo secreto y clandestino del black world
Summary: Si te lo digo, te tengo que matar Debajo de las estructuras formales de defensa e inteligencia con que cuenta Estados Unidos, existe un mundo secreto, oscuro y clandestino, al que tienen acceso unos cuantos cientos de individuos. Se trata del black world, es decir, los programas, personas y lugares involucrados en los más secretos proyectos militares de ese país. El periodista y artista visual Trevor Panglen ha dedicado años a develar la existencia de este inframundo. Lo mismo ha fotografiado instalaciones militares desconocidas, revelado nombres en código cifrado, que identificado a los agentes de la CIA encargados de operar empresas fantasma, o armado una colección de emblemas militares cuya máxima expresión de secrecía es el título de este texto: Si te lo digo, te tengo que matar. En una democracia los ciudadanos deben tener el poder y los gobiernos tienen los medios para que los ciudadanos ejerzan ese poder. Pero cuando tú tienes un Estado vigilado, el Estado tiene todo.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 465492 |
Si te lo digo, te tengo que matar Debajo de las estructuras formales de defensa e inteligencia con que cuenta Estados Unidos, existe un mundo secreto, oscuro y clandestino, al que tienen acceso unos cuantos cientos de individuos. Se trata del black world, es decir, los programas, personas y lugares involucrados en los más secretos proyectos militares de ese país. El periodista y artista visual Trevor Panglen ha dedicado años a develar la existencia de este inframundo. Lo mismo ha fotografiado instalaciones militares desconocidas, revelado nombres en código cifrado, que identificado a los agentes de la CIA encargados de operar empresas fantasma, o armado una colección de emblemas militares cuya máxima expresión de secrecía es el título de este texto: Si te lo digo, te tengo que matar. En una democracia los ciudadanos deben tener el poder y los gobiernos tienen los medios para que los ciudadanos ejerzan ese poder. Pero cuando tú tienes un Estado vigilado, el Estado tiene todo.
There are no comments on this title.