Pero Matamoros no se rinde…
Summary: Matamoros es un preciado botín de la delincuencia organizada. Los millonarios recursos generados por las maquiladoras, el paso del petróleo y el gas, y el intenso intercambio comercial con Texas son tan atractivos como el tráfico de drogas y de migrantes y la piratería. Nada de eso es demasiado y los grupos criminales se han dedicado en años recientes a generar una economía paralela a costa de los ingresos de la población y los recursos de esa ciudad tamaulipeca. Cuando llegue, el diagnóstico era de terror, dice la presidenta municipal de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, una abogada con doctorado en derecho fiscal que a sus treinta y siete años de edad es desde hace nueve meses la primera mujer alcalde de la ciudad.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 457432 |
Matamoros es un preciado botín de la delincuencia organizada. Los millonarios recursos generados por las maquiladoras, el paso del petróleo y el gas, y el intenso intercambio comercial con Texas son tan atractivos como el tráfico de drogas y de migrantes y la piratería. Nada de eso es demasiado y los grupos criminales se han dedicado en años recientes a generar una economía paralela a costa de los ingresos de la población y los recursos de esa ciudad tamaulipeca. Cuando llegue, el diagnóstico era de terror, dice la presidenta municipal de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, una abogada con doctorado en derecho fiscal que a sus treinta y siete años de edad es desde hace nueve meses la primera mujer alcalde de la ciudad.
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