Imitar al maestro
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 368316 |
No hace mucho tuve que decir algo sobre la arquitectura moderna de Japón en comparación con la nuestra. No hablaba para un público de arquitectos y sólo disponía de unos minutos: tenía que ser muy claro; esquemático incluso. Pero esto no resultó desventajoso, después de todo, porque el tema presenta tales contrastes que una visión de este tipo, casi en blanco y negro, ayuda mucho a entenderlo... casi a pesar de uno mismo... Así que opiné que mientras la arquitectura mexicana, y toda nuestra cultura, para decirlo de una vez, se especializa en ver solamente hacia el pasado y es incapaz de pensar en el futuro, la arquitectura y la cultura de Japón parecerían encontrarse en la posición diametralmente opuesta. Que por eso la cultura mexicana es tan necrofílica y nuestra arquitectura tan poco creativa en la actualidad. Y la arquitectura, así como la cultura, japonesa tan novedosa y audaz. Recordé, mientras aún decía lo anterior, que todavía en los años sesenta era común en México discutir sobre el futuro como ahora hacen los japoneses. Y que quizá uno de los saldos de nuestra crisis, que ya dura, ¡ay! treinta años, es que tal discusión, racionalmente considerada, ha desaparecido de nuestros hábitos sociales, políticos y culturales.
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