“¿Miedo? Pero si ya nos mataron...”
Turati, Marcela
“¿Miedo? Pero si ya nos mataron...”
Con el aumento de los asesinatos en el estado de Chihuahua, el miedo se adueña de la población y el turismo se aleja. Sólo un ejemplo es el pueblo de Creel, en la Sierra Tarahumara, donde doce jóvenes y un bebé fueron asesinados por sicarios de La Línea en agosto pasado. Pero aquí, por pura supervivencia, los familiares de las víctimas decidieron organizarse para presionar a las autoridades, protestar contra la violencia e investigar por su cuenta. No tienen miedo, afirman, porque los sicarios les hicieron cuanto daño era nosible el día de la matanza.
“¿Miedo? Pero si ya nos mataron...”
Con el aumento de los asesinatos en el estado de Chihuahua, el miedo se adueña de la población y el turismo se aleja. Sólo un ejemplo es el pueblo de Creel, en la Sierra Tarahumara, donde doce jóvenes y un bebé fueron asesinados por sicarios de La Línea en agosto pasado. Pero aquí, por pura supervivencia, los familiares de las víctimas decidieron organizarse para presionar a las autoridades, protestar contra la violencia e investigar por su cuenta. No tienen miedo, afirman, porque los sicarios les hicieron cuanto daño era nosible el día de la matanza.