El alma anudada en la cuerda de cuero
Zhaxitawa
El alma anudada en la cuerda de cuero
Ahora raras veces se oye cantar El cóndor pasa, esa lenta y sencilla canción folclórica peruana. La conservo grabada en una cinta y cada vez que la pongo aparecen ante mis ojos los valles del altiplano, manadas de ovejas que saltan entre las rocas, tierras divididas en pequeñas parcelas al pie de las montañas, sembrados dispersos, molinos de agua junto a los arroyos, bajas casas campesinas de piedra, montañeses cargados, cencerros de cobre atados a los cuellos de los bueyes, torbellinos solitarios y brillantes rayos de sol.
El alma anudada en la cuerda de cuero
Ahora raras veces se oye cantar El cóndor pasa, esa lenta y sencilla canción folclórica peruana. La conservo grabada en una cinta y cada vez que la pongo aparecen ante mis ojos los valles del altiplano, manadas de ovejas que saltan entre las rocas, tierras divididas en pequeñas parcelas al pie de las montañas, sembrados dispersos, molinos de agua junto a los arroyos, bajas casas campesinas de piedra, montañeses cargados, cencerros de cobre atados a los cuellos de los bueyes, torbellinos solitarios y brillantes rayos de sol.