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100 1 _aLuna, Andrés de
245 1 3 _aLa mirada y el mal
520 _aLo cierto es que Georges Bataille creó a sus personajes en la medida de sus deseos, les colocó un número de años que, en realidad, es sólo una ficcionalidad. Pudo hacerlos más pequeños o más grandes y el resultado sería igual. Aquí lo interesante es que ninguno de estos adolescentes que pueblan las páginas del texto de Bataille está fuera de la realidad del autor. Incluso la construcción de Historia del ojo es, la infancia por fin recuperada. La comunicación de la novela es altísima, se desborda, usa todo los elementos para convertirla en una lectura que abruma por la experiencia sexual que ahí se describe. La niñez o estas separaciones que existen entre el infante y el púber están trazadas en el libro con muchos de los elementos que la justificarían. Tan es así que varias de las lecturas que pueden hacerse al libro están implícitas en la idea de que el texto es una invención, algo que surgió de la mente del autor y que está lejos de coincidir con la realidad de sus personajes. Bataille juega con estos seres, con el narrador, Simone y la suicida Marcelle, los convierte en un arma que explota a cada página, que se renueva con la fetidez de sus acciones y que termina por desvanecerse en el infinito. ¿Qué logra el escritor con semejante volumen?
773 1 _tVersión. Estudios de comunicación y política
_g23, número especial (dic. 2013), 29-38
999 _c315202
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