000 | 01163 a2200133 4500 | ||
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035 | _a290810 | ||
005 | 20230113081143.0 | ||
998 |
_aHEME4 _b20141208 _e290810 _zjanium |
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008 | 141208e mx |||p r 0 b|spaod | ||
100 | 1 | _aCantú, Jesús | |
245 | 1 | 0 | _aOportunidad para la Oposición |
520 | _aDesde el inicio de la crisis de inseguridad detonada en diciembre de 2006, la receta ha sido exactamente la misma: concentración de atribuciones en las autoridades federales y uso de la fuerza pública; lo único que se modificó, con el cambio de sexenio y la alternancia en el Ejecutivo federal, fue el alcance de las iniciativas y la capacidad de sacarlas adelante. Ni Felipe Calderón ni Enrique Peña Nieto entienden que la creciente violencia e inseguridad es la manifestación más estrujante y cruel de la crisis del Estado mexicano, no su causa, y, por lo tanto, las soluciones a la misma no pueden concentrarse en el fortalecimiento de los aparatos de seguridad, pues los eventuales avances, como sucede con la depuración de las policías municipales y estatales, son insuficientes y endebles | ||
773 | 1 |
_tProceso _g38, 1988 (dic. 2014), 53-54 |
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999 |
_c308921 _d308921 |