000 01431 a2200133 4500
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998 _aHEME4
_b20120903
_zjanium
008 120903e mx |||p r 0 b|spaod
100 1 _aCantú, Jesús
245 1 3 _aLa equidad, sepultada
520 _aPor segunda vez consecutiva el fallo final sobre una elección presidencial contiene aberraciones, genera dudas y deja vacíos. En esta ocasión el Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación emitió primero una resolución para declarar infundados los agravios del llamado, recurso madre, y después, por separado, el dictamen donde declara la validez de la elección presidencial y procede a entregar la constancia de mayoría al presidente electo… La primera aberración que salta a la vista, apenas en la página treinta y dos de la resolución, es el señalamiento de que para declarar la invalidez de la elección por violación de los principios constitucionales o de los valores fundamentales e indispensables para considerar una elección libre, auténtica y democrática, además de probar que éstos se transgredieron, se debe acreditar que las irregularidades fueron, graves, generalizadas o sistemáticas y resulten determinantes para el resultado de la elección. Esto equivale a decir que las normas constitucionales se pueden infringir, pero no mucho.
773 1 _tProceso
_g35, 1870 (Sep. 2012), 14-15
999 _c253387
_d253387