000 02106 a2200121 4500
035 _a(janium)255540
005 20221116025634.0
998 _aHEME4
_b20120118
_cHEME4
_d20120118
_zjanium
008 120118e mx |||p r 0 b|spaod
245 1 0 _aVictor Hugo, Carta al Presidente Juarez, Hauteville, junio 20, 1867
520 _aEl Presidente de la República Mexicana: Juárez, vosotros habéis igualado a John Brown. La América actual tiene dos héroes, John Brown y vosotros. John Brown, por quien ha muerto la esclavitud; vosotros por quien ha vencido la libertad… México se ha salvado por un principio y por un hombre. El principio es la República; el hombre sois vosotros... Por otra parte, el fin de todos los atentados monárquicos termina por abortar. Toda usurpación comienza por Puebla y termina en Querétaro… Europa, en 1863, se arrojó sobre América. Dos monarquías atacaron vuestra democracia: la una con un príncipe, la otra con un ejército, el más aguerrido de los ejércitos de Europa, que tenía por punto de apoyo una flota tan poderosa en el mar como en tierra; que tenía el respaldo de todas las finanzas de Francia, recibiendo reemplazos sin cesar; bien comandado; victorioso en África, en Crimea, en Italia, en China, valientemente orgulloso de su bandera; que poseía en abundancia caballos, artillería, abasto, municiones formidables. Del otro lado, Juárez... Por una parte dos imperios, por la otra un hombre. Un hombre con sólo un puñado de hombres. Un hombre arrojado de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, de rancho en rancho, de bosque en bosque, amenazado por la infame fusilería de los consejos de guerra, perseguido, errante, atacado en las cavernas como una bestia feroz, acosado en el desierto, proscrito. Por generales, algunos desesperados; por soldados, algunos desnudos. Ni dinero, ni pan, ni pólvora, ni cañones. Los matorrales por ciudades. Aquí la usurpación llamándose legitimidad; allá el derecho, llamándosele bandido.
773 1 _tCámara. Revista de los Centros de Estudios de la Cámara de Diputados
_g1, 8 (Dic. 2011), 70-73
999 _c246164
_d246164