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100 1 _aLind, Michael
245 1 4 _aLas bondades de la nación.
_bA lo largo de los últimos 200 años, los Estados-nación étnicamente homogéneos han reemplazado a los imperios
520 _aDeberíamos compadecernos del pobre Estado,nación. Cuando se le menciona es sólo para hablar mal de él. Nos dicen que es demasiado pequeño, demasiado minúsculo para poder competir en la economía global, y demasiado débil para hacer frente por sí solo a los, temas globales, como el cambio climático. Al mismo tiempo, el Estado,nación es demasiado grande. Sus burocracias centralizadas están demasiado apartadas de los verdaderos centros de innovación, que son las ciudades y los barrios. Las culturas nacionales no pueden competir con la cultura, pop, global, ni con las culturas étnicas y regionales subnacionales… Como si no fuera suficiente ser de un tamaño inadecuado, se ve a menudo al Estado-nación como un ente verdaderamente maligno. La idea de que pueda existir un vínculo entre el gobierno y una nación etnocultural, idea en la que se basa el Estado,nación, se considera xenófoba, chauvinista e incluso fascista. El nacionalismo está causando asesinatos y expulsiones étnicas en los Balcanes; es un milagro que todos los Estados,nación, en todas partes, no estén llevando a cabo los genocidios a los que están, por naturaleza, predispuestos.
773 1 _tEste País. Tendencias y opiniones.
_g124 (Jul. 2001), 2-9
999 _c219291
_d219291