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100 1 _aBautista Martínez, Eduardo
245 1 3 _aLa crisis como nueva normalidad
520 _aEl poder, como Dios, es omnipresente, se encuentra en todas partes, en el conjunto de subjetividades en donde se afirman las relaciones de dominación, en donde se configuran los mandos y las obediencias; el poder no depende de un gran centro rector, sino que se encuentra diseminado en las relaciones sociales, en donde se naturaliza y se convierte en normalidad. El poder no se afinca necesariamente en la estabilidad de las relaciones sociales, sino que se puede extender, mutar a formas diferenciadas en periodos de crisis prolongada, en donde se configuran nuevas subjetividades sobre la cotidianidad. La misma perversidad se convierte en normalidad si consideramos "que el individuo es un efecto del poder, y al mismo tiempo, o justamente en la medida en que es un efecto, el elemento de conexión. El poder circula a través del individuo que ha constituido" (Foucault, 1979).
773 0 _tCiudades
_g21, 81 (ene-mar. 2009), 12-18
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