000 00948 a2200133 4500
035 _a(janium)213019
005 20221115200135.0
998 _aHEME4
_b20090604
_zjanium
008 090604e mx |||p r 0 b|spaod
100 1 _aKazantzakis, Nikos
245 1 4 _aLos hombres te siguen crucificando
520 _aLa voz estridente del tío Ladas se dejó oír de nuevo: ¡Matémoslo!... En aquel instante, golpes violentos aporrearon la puerta; todos enmudecieron y se volvieron hacia la entrada; se oyeron voces corajudas: ¡Abrid! ¡Abrid!... Es la voz del pope Fotis, gritó uno… No, es Yannakos, dijo otro; ¡los sarakineses vienen a quitárnoslo!... Sacudieron la puerta violentamente; los goznes rechinaron; se oía afuera un gran tumulto de hombres y mujeres… ¡Abrid, asesinos! ¿No tenéis miedo de Dios?... anatematizaba la voz del pope Fotis.
773 1 _tEMEEQUIS. Periodismo indeleble.
_g10-11 (Abr. 2006), 52-53 Número especial
999 _c211611
_d211611