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100 1 _aLifshitz, Alberto
245 1 0 _aErrores médicos
520 _aNo existe paradoja más singular que la de los médicos provocando muertes o produciendo daños, considerando que su misión y su responsabilidad social es precisamente la contraria. No obstante, los médicos podemos ser agentes etiológicos de enfermedad y muerte, aun reconociendo que lo hacemos de manera involuntaria... La práctica de la medicina conlleva el riesgo de provocar daños, incluso en las mejores circunstancias y con los mayores cuidados. La adopción literal del primum non nocere, primero no hacer daño, uno de los imperativos ancestrales, lleva tan sólo a una parálisis operativa, pues admitiendo que la obligación primaria fuera no dañar se puede llegar al extremo de no actuar. Muchos médicos se han retirado de la profesión precisamente porque les intimida el riesgo de producir daños involuntarios, en los que el médico es la segunda víctima, y el de las consecuentes demandas y reclamaciones. Un cierto daño es el precio que se tiene que pagar por el intento de generar beneficios a los enfermos, y el trueque razonable es el de producir mínimos daños a cambio de grandes.
773 1 _tEste país. Tendencias y opiniones
_g162(Sep. 2004), 48-53
999 _c192473
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