000 01065 a2200133 4500
035 _a(janium)184987
005 20221115012659.0
998 _aHEME4
_b20070806
_zjanium
008 070806p mx wrzp r## a0 b|spaod
100 1 _aSegovia, Rafael
245 1 4 _aUna alianza imposible
520 _aPueden atribuirse a popularidad o a capacidad política las maniobras de Ebrard que, en cualquier caso, no dejan de sorprender. Lo que a Felipe Calderón no se le ocurre ni por asomo, aparece de pronto como una decisión del jefe de Gobierno del Distrito Federal que llena los periódicos. Sobre todo, es evidente que Ebrard sabe movilizar a la población, como antes lo hizo López Obrador, y es cierto: la gente vota cuando se le pide, cuando advierte un interés por ella, cuando se le ofrece participar. El hecho es que lo observado constituye un desafío a lo escrito por hombres inteligentes que insisten en la caída del PRD, de sus líderes y del hombre que pusó a Calderón contra la pared, donde sigue.
773 1 _tProceso
_g30, 1605 (ago. 2007), 72-53
999 _c184195
_d184195