000 01305 a2200133 4500
035 _a(janium)182378
005 20221115005606.0
998 _aHEM3
_b20070423
_zjanium
008 070423e1993 mx z r 0 b|spaod
100 1 _aBartra, Roger
245 1 _aSalvajes barrocos en la ciencia política :
_buna comparación entre Hobbes y Calderón de la Barca
520 _aLos hombres siempre han tenido miedo de que sus vidas no fuesen más que una emanación onírica de otra entidad, celestial o terrenal; han temido que su existencia fuese de la misma sustancia mítica de que están hechos los sueños. Y también han vivido fascinados por la oportunidad que ofrecen los sueños al espíritu de escaparse del cuerpo para viajar hacia esferas que de otra manera no podrían ser conocidas. No es una rareza que Thomas Hobbes, antes de iniciar en el Leviatán su viaje imaginario hacia la condición salvaje del género humano para explicar el Estado moderno, se empeñase en destacar la naturaleza onírica de los centauros, los sátiros, los faunos, las ninfas, las hadas, los fantasmas, los duendes y todas las ficciones que surgieron de las creencias religiosas de los gentiles, que no sabían distinguir los sueños de la realidad.
773 _tPerfiles latinoamericanos
_g2, 3 (dic. 1993), 145-164
999 _c181646
_d181646