000 01392naa a2200157 a 4500
035 _a(janium)157029
005 20221114221953.0
998 _aBATCH
_b20061208
_cHEME4
_d20100126
_e(Sirsi) a189670
_zjanium
008 100126e mx |||p r 0 b|spaod
035 _a(Sirsi) a189670
090 _aANA
100 1 _aJiménez, Víctor
245 1 0 _aSciancia, Silicia y México
520 _aNo es novedoso: viene al menos desde 1993, pero el desenlace, que se acerca, concede actualidad al asunto. El nueve de abril de 1999 el diario español El País informaba que Giulio Andreotti, siete veces primer ministro de Italia y veintiún más ministro de alguna otra cosa, y ahora senador vitalicio, cargo que parece traer mala suerte a algunos políticos, esta, figura esencial de la Democracia Cristiana, como dice Lola Galán, autora de la nota, puede terminar su vida tras las rejas, a los ochenta años de edad, por mafioso. La acusación es precisa: Giulio Andreotti puso a disposición de la Cosa Nostra la influencia y el poder de que disponía como figura clave de una corriente política, participando personalmente en encuentros con exponentes destacados de la Mafia, como el padrino Toto Riina. Según el testimonio de un arrepentido, Andreotti besó a Riina en la mejilla, símbolo de pertenencia a la Mafia.
773 1 _tEste país. Tendencias y opiniones
_g102 (sep. 1999), 64-68
999 _c156654
_d156654