000 01195naa a2200157 a 4500
035 _a(janium)141323
005 20221114210856.0
998 _aBATCH
_b20061208
_cHEME1
_d20111125
_e(Sirsi) a173961
_zjanium
008 111125e1992 mx |||p r 0 b|spaod
035 _a(Sirsi) a173961
090 _aANA
100 1 _aMorales, Cesáreo
245 1 0 _aMéxico y el mundo
520 _aEstados Unidos, país que muchas veces se nos presenta como paradigma de la democracia y al que hasta se le solicitan observadores para que vengan a evaluar las calificaciones de México, la promoción del voto es una práctica legal y a la que se le asignan recursos específicos. Por ello, rasgarse las vestiduras por la práctica mexicana de promoción del voto no es más que el fruto de la ignorancia o, lo peor, de un ridículo elitismo moral. No puedo, por el momento, extenderme en estos temas tan importantes. Mi propósito es referirme a otra cuestión acerca de la cual se expresan, asimismo, algunas opiniones por demás desconcertantes: se trata de la relación que se establece entre un Partido en el gobierno y el comportamiento de los electorales.
773 1 _tQuórum
_g1, 3 (jun. 1992), 30-34
999 _c141200
_d141200