Turismo y poder : de la lucha por la seguridad a la lucha por el poder político

Más que nunca, los lugares turísticos emergentes parecen cristalizar las luchas por el poder: para los gobiernos locales, son escaparates de la nación, así como territorios internacionales fuentes de divisas, dotados de leyes particularmente tolerantes (como en Kuta). Asimismo, ciertos gobiernos utilizan este argumento del "turismo como motor del desarrollo" para lanzarse a la conquista de márgenes territoriales inestables, como en el sur de Filipinas, donde los establecimientos turísticos abren ciertos territorios "de riesgo" con el apoyo de la logística militar que les brinda seguridad. De ahí que para los oponentes de todo tipo -tanto de los movimientos pacifistas, como de los movimientos más violentos-, estos lugares revistan un elevado valor estratégico para actuar y transmitir su mensaje a escala internacional. Los lugares turísticos y, de manera muy particular, estos lugares emergentes -a escala de la historia del turismo- son, por consiguiente, objeto de exacerbadas luchas políticas.