TY - BOOK AU - Ruz,Mario Humberto TI - Naturaleza-libro, universo-texto: signos y voces de paisajes mayas T2 - Ediciones Especiales del Centro de Estudios Mayas SN - 978-607-30-8788-9 U1 - 972.004974152 PY - 2024/// CY - Ciudad de México PB - UNAM, Instituto de Investigaciones Filológicas KW - Civilización maya KW - Mayas KW - Cultura KW - Religión y mitología KW - Culturas indígenas KW - México N1 - Bibliografía: p. 277-307 N2 - "El tojolabal que conoce la tradición sabe que los relámpagos—verdes—son niños que juegan en la bóveda celeste, mientras los rayos adultos —rojos— trabajan en ella; el maya peninsular no ignora que el altar erigido para celebrar una ceremonia de petición de lluvias, un ch'a cháak, representa los tres estratos del mundo, de allí que sobre la mesa (tierra) se preparen los dones para los señores celestiales, ubicados en el firmamento comunitario que representa la cubierta hecha de ramas y hojas del árbol jabín, al tiempo que, bajo el mueble, se ubican los niños que, a modo de sapos en el Inframundo, croan invocando a las aguas pluviales. Cartillas iconográficas. Son los mismos planos del cosmos que plasma en un huipil la tejedora tsotsil, a modo de diamantes que, por sus cuatro lados, evocan los puntos cardinales, los solsticios y equinoccios y las cuatro esquinas del mundo y la milpa. Otras figurarán mitos en torno al maíz, o serpientes —incluso 'emplumadas'— asociadas con los rayos, que pueden observarse en textiles kaqchikeles, ixiles y poqomames. Alfabetos y discursos tejidos o brocados. Mujeres y hombres mayas son capaces de percibir la textura de ciertos vientos, el rumor que producen las alas de petate erizadas de pequeñas navajas de pedernal que porta el ave carnicera Uay pop, o escuchar ese 'ruido de aguas que corren sin hacer ruido', como expresaba con exquisitez la lengua tseltal hablada en Uxte/Copanahuastla con el vocablo tzananet. Abecedarios escuchados o palpados. Es privilegio exclusivo de los mayas interpretar a cabalidad la naturaleza que les rodea; hacerla comprensible, leerla, domesticarla. Porque el paisaje es texto susceptible de numerosas lecturas; lecturas que, sabiéndolo o no, se realizan a través de un presente cultural, preñado de memoria histórica colectiva". -- contracubierta ER -