Villamil, Jenaro

El ícono del periodismo sumiso

No llegó a la fama por ser periodista, sino por ser vocero. No fue el prócer que los comentaristas de Televisa hoy intentan beatificar, sino un conductor que se plegó completamente a los deseos del PRI y del presidente. No fue alguien que pugnó por revelar la realidad, sino un comunicador que trató de ocultarla. Tampoco fue un luchador por la libertad de expresión, sino un hombre que en repetidas ocasiones llamó a la represión. Y no se trató de un reportero sojuzgado por el avasallante sistema, sino de alguien que decidió seguir la senda del servilismo con forma de periodismo. Evocamos a Zabludovsky con una consigna: la muerte no redime la vileza.