Osorio, Alberto, y, et. al.
La renuncia increíble
Después de decenas de acusaciones, que van desde ineptitud hasta liberar a capos como El Mencho, Luis Carlos Nájera renunció a su puesto de, superfíscal, del estado de Jalisco. Él acaparaba las facultades de un procurador y un secretario de Seguridad Pública, y controlaba un presupuesto de siete mil millones de pesos. Su salida evidencia la podredumbre y la impunidad en ese estado, donde los vínculos entre gobernantes y la delincuencia organizada son un secreto a voces y han cobrado la vida de ciento diez funcionarios públicos.