Carrasco Araizaga, Jorge

Dinero privado, la primera sombra

A finales de mayo pasado, los magistrados del Tribunal Electoral federal determinaron que los candidatos independientes podrán recibir una mayor proporción de recursos privados que de apoyo público para sus campañas. Prácticamente sin discutir las implicaciones de la inyección de dinero privado en las campañas políticas, severamente regulada en otros países, argumentaron que se trata de una compensación por la desigualdad económica frente a los partidos. La misión de observadores de la OEA advirtió que ese criterio puede favorecer la irrupción de poderosos intereses en las contiendas electorales.