Castellanos J., Francisco, y, et. al.
Los torturaron, los mutilaron, los atropellaron…
En la matanza de Ecuandureo, cada vez se debilita más la versión oficial del, enfrentamiento, no todas las víctimas eran sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación; algunos eran trabajadores contratados para acondicionar un inmueble, pero pagaron caro su afán de ganarse honestamente la vida: los torturaron, los mutilaron, los arrollaron y algunos recibieron el tiro de gracia, según testimonios de sus parientes y amigos, recogidos por este semanario. Pero las vejaciones de la Policía Federal no acabaron ahí… Continuaron con la humillación a los familiares que viajaron a Morelia a reclamar los cuerpos.