López Portillo, Ernesto, y, et. al.
Enfoques para combatir la tortura desde una nueva gramática de la justicia
Los autores fungen, respectivamente, como director general del Instituto para la Seguridad y la Democracia; como consultor jurídico y coordinador general de la Campaña Nacional para Prevenir la Tortura, impulsada por dicho instituto. 1 Este estimado se basa en el registro de quejas por tortura recibidas en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, entre 2007 y 2011. México pasó de una crisis de inseguridad a una crisis de respeto de la legalidad, una crisis de derechos humanos. En ese tránsito, la tortura, que ya era una práctica habitual en el país, se convirtió en una técnica de la investigación penal no sólo por la vía irregular, no escrita, clandestina, sino que también fue motivo de confesiones de autoridades que aseguraban ser torturadoras ante una opinión pública que en ocasiones lo aplaudió. Se deben reglamentar estrictamente los supuestos y condiciones de detención lícita bajo figuras como la flagrancia y el caso urgente, porque han permitido abusos y se han convertido, junto con el arraigo y la prisión preventiva automática, en puertas abiertas a la tortura.