Acuña, Carlos

Descartes a Kant Esquizofrénicos sin diagnóstico

Los contrastes son la principal marca de Descartes a Kant. Capaces de hacer canciones donde la ternura muta en un ataque histérico o en las que el deseo homicida convive con la dulzura más romántica, estos seis tapatíos han perdido el miedo de ir de un extremo a otro. Su música es así: una contradicción constante, esquizofrenia pintada de rosa. Tras once años de trayectoria, su sonido parece el mismo que el de sus inicios. Una amalgama de ritmos en donde todo cabe. Desde la música de cabaret hasta el ruido más estridente, desde el jazz hasta el hip hop o la música de cámara. Esa esencia caótica se mantiene, pero algo se ha endurecido, refinado. Las letras han sido pulidas al punto de convertirse en pequeñas historias pobladas de detalles sonoros cada vez más precisos.