Acuña, Carlos
Las fosas clandestinas de Iguala ¿A cuánta gente vinieron a tirar esos cabrones?
Hombres comunes y corrientes, campesinos, los integrantes de la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero vienen de la costa. Son los policías comunitarios de esa zona. Llegaron a Iguala en busca de los muchachos de Ayotzinapa. En el camino, fueron descubriendo que esta ciudad y sus montes vecinos se convirtieron en un extenso tiradero de huesos: sólo ropa y sangre deslavándose en la hierba. Porque los jefes del terror y sus sicarios se han dado vuelo: tantos muertos regados por la zona, tanta desgracia que brota de la tierra. Porque los comunitarios han ayudado a revelar que en esa parte de Guerrero el espanto no era algo extraordinario.