Voz y Voto

Prospectiva vs. realidad

Hasta las elecciones de 2015 el modelo prospectivo CEPNA/VOZ y Voto, utilizado desde 1991, había demostrado, una y otra vez, su capacidad predictiva. No es que fuera infalible (de hecho, en algunas elecciones de gobernador no fue acertado), sino que su solidez provenía de la relativa estabilidad del sistema de partidos, con una configuración muy definida de tipo tripartidista. Cuando Morena entró a la competencia electoral, 2014, detectamos una situación que ponía en entredicho la capacidad predictiva de nuestro modelo; a diferencia de los partidos marginales, a los que el modelo asigna el porcentaje residual una vez determinados los rangos de los tres mayores partidos, el nuevo partido no se comportaba, en su desempeño electoral, de la misma forma que los partidos pequeños. Fue necesario introducir un factor para dividir el voto previo por el PRD en dos partes, una para este partido y la otra para su escisión, Morena. Sin embargo, en 2018 emergió lo que hemos llamado, un hecho portador de futuro: la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, con su efecto multiplicador de la intención de voto por Morena. Nuestro modelo se alimenta de dos fuentes primordiales: los resultados de elecciones previas y los de encuestas de intención de voto que se publican en el curso de cada proceso electoral…