Bravo Regidor, Carlos, y, et. al.
El peligro populista como autorretrato liberal
La contraposición entre liberalismo y populismo es demasiado simplista. Para criticar con tino, los liberales deben reconocer la diversidad de su propia tradición y encarar los saldos negativos de sus gobiernos. Se ha repetido hasta la saciedad que la victoria de Andrés Manuel López Obrador significa el triunfo del populismo sobre el liberalismo. Es un recurso fácil y contundente. Efectista. Una forma sintética de plantear un contraste entre dos alternativas claras y distinguibles. Antagónicas. Los liberales identifican al populismo como una abrupta subversión de la democracia, un rechazo generalizado de las normas e instituciones establecidas, como expresión inequívoca de una voluntad no de reforma sino de revancha. Y los populistas conciben al liberalismo como un manso consentimiento de los déficits democráticos del régimen en turno, una resignada defensa del statu quo, como la obstinada reiteración no de una preferencia sino de una cerrazón ante cualquier alternativa.