Tenochtitlan, una ciudad que emerge
Hace muchos años, en un tiempo muy lejano, un trece de marzo de 1325 nació la mítica Tenochtitlan, cuando, guiados por las estrellas, tras larga peregrinación desde Aztlán, los mexicas encontraron el sitio exacto elegido por su dios Huitzilopochtli, con la inequívoca señal: un águila parada en un nopal devorando una serpiente. Allí fundaron la omnipotente ciudad, entre presagios de ascensión y caída. Voló el tiempo. Una mañana de 1519 las olas trajeron seres extraños a Veracruz. Eran diferentes a los mexicas, demasiado blancos de piel. La noticia estrujó el corazón del imperio azteca. Moctezuma creyó se cumplía la profecía del regreso de Quetzalcóatl, dios que se marchó por mar hacia el oriente, y lo confundió con Hernán Cortés.