Reyes, Rossana

Leer y traducir: del soft power al poder suave

Quién es el autor, sobre qué escribe y para quién son las preguntas que se hace el traductor al comenzar a traducir. Las primeras páginas del texto original se presentan como un camino incierto que se recorre a tientas, tratando de encontrar algunas piedras firmes en las que se pueda anclar un lenguaje. En esta primera etapa el traductor va conociendo paso a paso al autor, pues es éste quien indica la trayectoria de su pensamiento plasmado en esas páginas. Hay escrituras claras, sencillas, directas, sin retruécanos; otras son complejas, sugerentes, con circunloquios ricos en imágenes, en conocimientos, o simplemente confusas, enmarañadas, y a través de ellas hay que abrirse paso. Son las diferentes personalidades de los autores, expresadas mediante lo que comúnmente llamamos un estilo que permite a sus lectores reconocerlos. Diferentes libros exigen al traductor diferentes identidades. Un libro para niños y un libro de poesía requieren que el traductor represente a dos personas que emplean lenguajes diferentes. Las palabras que despiertan el interés de un niño en una historia de aventuras tienen un registro distinto de las que usa el poeta en sus versos más luminosos.