Juárez Lledias, Georgina
Niños y niñas migrantes, la protección de papel
La inmensa mayoría de Latinoamérica suspira y trata de llegar al, sueño americano, y ahora son los más jóvenes quienes intentan hacerlo, esa franja de población muy pocas veces vista o tomada en cuenta ... Entonces la pregunta es obvia, ¿por qué se les detiene y recluye? ¿Desde cuándo huir de la violencia es un crimen que debe pagarse con encierro y peor aún en el caso de niñas, niños y adolescentes? Para la legislación internacional, el término, niño, engloba a todos los menores, hombres y mujeres, de dieciocho años, mientras que en México el, niño, es sólo el menor de doce años, quizás sea un dato útil en las deportaciones, pues es esta franja de adolescentes mayores de doce y hasta diecisiete años los que más migran. Pero estos miles de menores son eso, personas con historias, que por eventos extraordinarios deben abandonar sus lugares de origen y que encuentran persecución en vez de protección, viajan a través de un país que les presenta casi los mismos riesgos que el lugar del que salieron. Organismos internacionales coinciden en que la ley dirigida a estos menores cumple con todos los requerimientos de protección, pero esto es sólo en el papel, la vulnerabilidad de estos niños migrantes es la realidad, mientras el Estado los deja en plena orfandad, un Estado que se ha comprometido una y otra vez a protegerlos, pero que los detiene, mantiene en un centro migratorio y después los deporta a ese lugar del que huyeron.