Murguía, Ernesto
Contaminación visual. Un problema a la vista de todos
El paisaje urbano capitalino se debate entre el derecho de las empresas a publicitar sus productos y el derecho de los ciudadanos a disfrutar un panorama limpio. Se trata de un terreno nebuloso donde la interpretación y aplicación de la ley se enfrentan a un negocio que, por un lado, genera miles de millones de pesos al año y, por el otro, representa un serio factor de contaminación del entorno… La Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente prohíbe la generación de contaminación visual y establece que las autoridades, federales o locales, deben adoptar medidas para cumplir las normas oficiales mexicanas y, en su caso, aplicar las sanciones correspondientes a los infractores. Un ejemplo es la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal, la cual define a la contaminación visual como "la alteración del paisaje urbano provocada por factores de impacto negativo que distorsionan la percepción visual del entorno e impiden su contemplación y disfrute armónico en detrimento de la calidad de vida de las personas"; asimismo, establece que la publicidad exterior es "una actividad que fomenta el desarrollo económico de la ciudad, cuyo impacto debe ser armónico con el paisaje urbano". Se trata de un equilibrio delicado.