Cuevas el rebelde. El chico de ayer
En sus últimos años la fuerza creativa languideció. Más hubo un tiempo en que la modernidad y la inspiración pujante latieron con fuerza en aquel joven artista. Sí, el talento le sonrió a raudales al chico de ayer. Pero él también tuvo otras armas, atributos, rasgos, las alas que lo empujaron hacia la fama: rebelde, provocador, polémico, desafiante, atrevido, libre, egocéntrico, protagónico, controvertido, felino… una dilatada lista de adjetivos llamativos. Por algo lo llamaban l,enfant terrible.