Fuentes Nieva, Ricardo, y, et. al.

Desigualdad, poder y privilegio

La riqueza se multiplica, crece, se extiende, pero también se concentra en unas pocas manos. De 2000 a la fecha, la riqueza total neta del mundo ha pasado de ciento sesenta a doscientas sesenta y siete billones de dólares. Y aunque la desigualdad material disminuyó en los primeros años del siglo, a partir de la crisis económica mundial la concentración ha aumentado notablemente. En 2015, por primera vez el1% más rico controla más de la mitad de la riqueza global. Con estas cifras y las nuevas bases de datos que permiten analizar tendencias, no es sorprendente que la desigualdad extrema ocupe un lugar significativo en el debate público internacional. Las discusiones sobre la desigualdad del ingreso o de la riqueza, a la que podemos llamar, desigualdad económica, son muy importantes, pero más lo es la relación que tiene con otras formas de desigualdad. El interés que generan estas cifras debería ser el punto de entrada para analizar con la misma intensidad otras formas de desigualdad, cuya reducción ayudaría a disminuir la desigualdad económica.