La educación es un derecho, así que corresponde al gobierno garantizarla. Sin embargo, no puede esperarse que él solo lo haga todo. Las familias, las organizaciones de la sociedad civil y las empresarios tienen responsabilidades, roles y recursos que aportar. La reconocida capacidad del sector empresarial para innovar, usar de manera eficiente los recursos humanos, técnicos y financieros, implementar ideas y ejecutar proyectos es un activo importante que mucho podría aportar al sistema educativo.