Rivera, Guillermo
Ceci Bastida, una tijuanense en la edad de la violencia
Potente, elegante, la mujer presiona las teclas del piano. La luz que entra recia por la ventana define sus rasgos. El único público aquella tarde calurosa es su hija Cecilia, de ocho años, que descansa sobre el sofá de la habitación. La niña ve los movimientos rápidos de los dedos maternos y no lo cree. Confundida, piensa que su mama no pulsa las piezas blancas y negras del instrumento: sus dedos no parecen tocarlas… No se equivoca. Su madre tiene uñas largas. Son estas las que, en realidad, caen sobre el teclado. La niña se agita cada que el mecanismo del piano es activado con destreza por esas manos ingrávidas. La composición le es familiar. Se trata de Nocturne de Frederic Chopin, el compositor favorito de la pianista.