Espinosa, Verónica
El desolador combate del pequeño Irving
Oriundo del Estado de México, con apenas once años de edad, el taekwondoin Irving Jiménez Hernández consiguió en marzo pasado su boleto a la Olimpiada Nacional. Sus tutores decidieron festejar irresponsablemente y el pequeño atleta estuvo a punto de morir ahogado en la alberca de un hotel en Guanajuato. Sobrevivió, pero su salud resultó gravemente afectada: el cerebro fue dañado y los riñones dejaron de funcionar. Aún no recupera la conciencia. Las autoridades deportivas, por su parte, han dodo cátedra de ineptitud y cinismo.