Huchim, Eduardo R.
La frágil autonomía del Tribunal Electoral del DF
El asunto ha tenido escasa relevancia pública pero su importancia no es menor. Me refiero a la sustitución del presidente del Tribunal Electoral del Distrito Federal, TEDF, ocurrida el ocho de mayo pasado. Salió Adolfo Riva Palacio y entró Alejandro Delint, cuya primera declaración en el cargo tiene signos ominosos: La finalidad, de la sustitución, es establecer vínculos con los partidos políticos locales, con la ALDF y con el gobierno del DF, abrir espacios, porque se ha dado una especie de cerrazón, y el Tribunal ha estado un poquito aislado. Mi trabajo será abrir esos canales de comunicación, Reforma, 08,05,13… Las palabras del nuevo presidente auguran un mayor sometimiento del TEDF a los actores políticos que señala y que de suyo ya existe, si bien Riva Palacio trataba de atenuarlo no siempre con éxito. La declaración muestra también una percepción distorsionada del trabajo de los magistrados. El nuevo presidente debiera tener presente la primera máxima que el Código de instituciones y Procedimientos Electorales del Distrito Federal prescribe para los magistrados: Desempeñar su función con autonomía, probidad e imparcialidad.