Didriksson, Axel
Tiempos aciagos
La fórmula que el actual gobierno federal está promocionando es que llegó para, transformar el país. ¿Para dónde? No se sabe bien a bien, pero las recientes modificaciones normativas, programáticas y presupuestales dirigidas al sistema educativo, así como a los rubros fiscal y energético, están creando más incertidumbre que certeza, y dan cuenta de que desde los aparatos gubernamentales se prioriza la negociación entre particulares y grupos de presión sobre el interés público… Lo que están generando la serie de iniciativas y políticas calificadas como, reformas estructurales, son conflictos, enredos políticos, muchos discursos y, sobre todo, severas confrontaciones que han llegado a causar el aumento de los índices de violencia e impunidad, zozobra ciudadana e ingobemabilidad en varios estados del país, en lugar de salidas efectivas para alcanzar soluciones en el corto plazo. Esto ya ocurre en entidades como Michoacán, Tamaulipas, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Veracruz, Coahuila, Chiapas y aun en el mismo Distrito Federal, otrora una plaza que podía presumir de haber alcanzado un nivel de blindaje alto frente al crimen organizado y el desmembramiento urbano, pero que ahora da muestras de desorganización gubernamental.