Foncillas, Adrián

El "lobo solitario" del periodismo chino

Wang Keqin es considerado en China un ícono de la libertad de expresión. Sus reportajes han revelado escandalosos casos de corrupción, provocado el encarcelamiento de funcionarios y orillado a las autoridades a corregir algunas políticas. Fue el primero en colarse por las fisuras del férreo control gubernamental sobre la prensa, y si bien goza de cierta tolerancia, eso no lo ha salvado de las amenazas de muerte ni de los despidos. El periodismo está vivo en este país y será difícil de contener en la medida en que nuevos informadores aparezcan, dice a Proceso.