Scherer García, Julio

Como un animal salvaje

Lejos ya del papel de capataz de los cerca de siete mil jornaleros que participaban en las tareas relacionadas con el tráfico de drogas desde el rancho El Búfalo, Rafael Caro Quintero, quien decía hallarse, jodido, y estar, hasta la madre, tras diecisiete años de prisión, admitió que era, enamorado de tiempo completo, que era rebelde desde pequeño porque le resultaba, muy difícil acatar órdenes, y que tanto él como sus hermanos le tenían miedo a la gente. Es mala comparación pero éramos como animales salvajes, dijo en la entrevista que se reproduce enseguida y que se publicó en el libro Máxima Seguridad, de Julio Scherer García.