Barrera Solórzano, Luis de la
En L'Aquila: una condena medieval
El autor recoge la discusión del texto anterior para llevarla a las arenas del derecho y la psicología de masas. En una, deslinda a los científicos de la responsabilidad que se les atribuye. En la otra, encuentra las motivaciones de una condena a todas luces visceral... La severa condena a los siete científicos italianos miembros de la sección sísmica de la Comisión de Grandes Riesgos es sumamente severa: seis años de cárcel, inhabilitación perpetua para volver a ocupar un cargo público, compensación a las víctimas o a sus deudos por siete punto ocho millones de euros y pago de costas por cien mil euros. El juez consideró a los acusados culpables de cooperación en homicidio culposo ya que la noche previa al sismo que devastó la ciudad de L,Aquila, los vecinos se fueron tranquilos a sus camas porque los científicos dictaminaron apenas unos días antes, el treinta y uno de marzo, que no existía un peligro concreto a pesar de que desde hacía meses se venían registrando temblores en la zona. Las informaciones de los expertos, estimó el juez en su fallo, fueron inexactas, incompletas y contradictorias… Los miembros de la Comisión no mataron ni lesionaron ni derrumbaron techos. Es verdad que no evitaron que eso aconteciera, pero no tenían posibilidad alguna de evitarlo ni de saber que pasaría tal cosa.