Castillo, Alejandra del
No tiene barco como Costeau, pero viaja como un itinerante
Héctor Lara Guadián estudiaba la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM y era fanático del oceanógrafo francés Jack Cousteau. Volaba, navegaba, mejor dicho, con su imaginación y suponía que para cuando tuviera veinticinco años estaría al mando de su propio barco laboratorio recorriendo el mundo... Nada de eso sucedió. No obstante, aún, enfermo, del síndrome Cousteau, la idea del barco transmutó en el proyecto de un museo móvil que, hoy hecho realidad, puede llegar hasta el más recóndito lugar del territorio nacional para compartir el conocimiento científico con la gente… Su Museo consta de un domo inflable de ocho metros de diámetro y seis de actura con capacidad para rerivbir a ochenta personas y un techo en eñ se puede proyectar una imagen de ciento ochenta grados por trescientos sesenta grados con un aparato con una lente tipo ojo de pescado que se coloca en el centro.