Cazés Menache, Daniel <br/><br/>
Soberanes se va; ¿bienvenido, Soberanes II? 

<br/><br/> El Senado de la República, eligió por maƠyoría calificada al nuevo ombudsman para el país y, sin lugar a dudas, demostró que le importa muy poco, o no le importa nada, representar a la ciudadanía no partidista. Puede pensarse que, sin embargo, en ese cuerpo legislativo es posible que se expresen suficientes votos que sí nos representan. Pero el resultado es el mismo… Podría decirse también que hay que conceder el beneficio de la duda al cercanísimo colaborador subordinado a José Luis Soberanes, su cómplice, que, por acuerdos partidistas y fundados en otros intereses entre las tres cuarta partes de la Cámara de Senadores, acaba de ser nombrado su sucesor. Pero yo no estoy entre esas personas benévolas, confiadas y optimistas de filiación tri o bicolor. Tendrían que suceder cosas extraordinarias, dentro de los cánones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para que ese beneficio pudiera llegar a considerarse.