Monterrosa, Fátima
Una mujer que atendió al Che y a Lopez Mateos. Concepción Rodas, 114 años
El frágil cuerpo de Concepción Rodas Flores ha resistido tanto como para ver transcurrir parte del siglo Diecinueve, todo el siglo Veinte y lo que va del Veintiuno. Su fe de bautizo señala que nació el ocho de noviembre de 1895, pero fue hasta 1904, cuando tenía nueve años de edad, cuando la reconoció la autoridad civil. Mamá Conchita, como la conocen en Tapachula, Chiapas, ha vivido ciento catorce años. Su padre, Adolfo Rodas, también vivió más de cien años… Pero el tiempo no perdona y ha causado estragos en esta mujer de tez morena: tiene la piel plegada a sus huesos y necesita un bastón para arrastrar sus dos piernas… Sin embargo, hila algunas palabras para decir: Dios y los santos me han ayudado a vivir mucho tiempo. Cuando Conchita tenía siete años atestiguó la erupción del volcán Santa María, en Quetzaltenango, Guatemala. En octubre de 1902, el volcán, inactivo durante más de quinientos años, estalló. La erupción provocó que varios municipios fronterizos, entre ellos Tapachula, se quedaran oscuros a plena luz del día por la lluvia de cenizas.