Mergier, Anne Marie

Pero el show continua… Los conflictos

La fiesta deportiva universal por antonomasia, la justa olímpica, no está ni puede estar a salvo de la política, de las ideologías y de los fundamentalismos religiosos. Esto quedó demostrado hace cuarenta años, cuando ocurrió la tragedia de Munich y se mantiene hasta hoy, en Londres 2012: incidentes diplomáticos causados por errores en la presentación de banderas, atletas ausentes para evitar confrontaciones con representantes de países enemigos, delegaciones que participan bajo amenazas y presiones políticas... La fiesta de la hermandad cojea.