Ochoa, Raúl

Erick Osornio. Las miles del sacrificio

Creció entre tatamis y microbuses en tiempos en que en su casa escaseababa el dinero, y Erick Osornio, ya en su condición de atleta de alto rendi iento, viajaba los fines de semana del Comité Olímpico Mexicano, COM, a la ciudad de Querétaro para trabajar como conductor de una unidad de transporte público con la finalidad de allegarse recursos… Semana tras semana llegaba a su natal Querétaro los viernes por la noche para manejar el microbús de su padre, Rodolfo Osornio, quien le daba trescientos pesos tras una larga jornada. Al día siguiente volvía a tomar el volante, y regresaba a la Ciudad de México el domingo en la noche para amanecer en el COM a punto de su primera sesión de entrenamientos matutinos.