Pereyra, Beatriz
Alejandra Orozco. La niña sin límites
La primera vez que Alejandra Orozco vio a Paola Espinosa pensó que era un sueño. La mano de la doble medallista olímpica se estiró para sacar a la chiquita de doce años que durante un entrenamiento se golpeó en el trampolín y cayó a la fosa con la figura descompuesta. Medio conmocionada, más porque su ídolo de los clavados la rescató que por el impacto, Alejandra se congratuló por su buena suerte… Al poco rato, la niña vio que Paola fue hacia al baño. Hasta allá la siguió junto con una amiga. Le pidió a la mejor clavadista de México que posara con ella para una foto que fue capturada con la cámara de un celular. También le extendió su playera para que se la firmara. Y luego se fue brincando de gusto.