Amador Tello, Judith
Stavenhagen exige para México una utopía
Rodolfo Stavenhagen llegó a México en 1940, huyendo, con su familia del nazismo. Contra viento y marea sostuvo su compromiso con los débiles. Se hizo sociólogo y antropólogo y ha sido un hombre congruente con esa vocación, porque desde muy joven supo que el sistema político mexicano estaba fecho para sostener la explotación. Hoy, con todos los méritos académicos, lo denuncia como hace cincuenta años: a nivel macro, cuestionando el neoliberalismo, a nivel micro, lamentando la compra de votos.