Los economistas keynesianos han apoyado de manera general la relajación cuantitativa (QE por sus siglas en inglés) por la razón de que incrementa la demanda agregada y que cualquier cosa que la incremente en estos tiempos de escasez de demanda es bienvenida. En este artículo se argumenta que esta respuesta puede estar equivocada. La QE puede tener un efecto boomerang con respecto al estímulo de demanda, crear peligros potenciales significativos en el futuro y favorece una economía política plutocrática basada en un "filtro de mercado de activos" que obstruye el necesario cambio de política.
RELAJACIÓN CUANTITATIVA POLÍTICA MONETARIA PRECIOS DE ACTIVOS